El suelo es el sostén de las plantas de café, en tal sentido; el suelo es de donde el cafeto toma la mayoría de nutrientes para su crecimiento, desarrollo y para la formación de los frutos que se han de cosechar. Por ello es muy importante saber el tipo de suelo con el que se cuenta, sus potencialidades, debilidades y deficiencias; y con base en ese conocimiento proceder a aplicar los correctivos que sean apropiados; para optimizar la calidad del suelo y mejorar la productividad. En este sentido, la primera tarea a llevar a cabo es practicar un correcto análisis de suelos, correspondiente a cada lote sembrado de café.
Ahora bien, este análisis de suelos se realiza en laboratorios especializados; así que lo que el caficultor debe conocer es la manera correcta de tomar las muestras del suelo que se han de llevar al laboratorio. Primeramente hay que tomar en cuenta que las muestras deben ser recolectadas como mínimo tres o cuatro meses después de la última fertilización; cuando ya no queden rastros de fertilizantes aplicados.
En lotes menores a dos hectáreas es necesario seleccionar unos diez lugares distribuidos uniformemente para extraer las muestras; cuando son lotes de mayor extensión se deben tomar muestras de unos quince o veinte lugares dentro del cafetal. En sitios cercanos a la casa o beneficiadero, en filos u hondonadas o en sitios donde se hizo alguna quema; es preferible no tomar muestras, ya que por su característica pueden presentar valores que no se correspondan con el resto del lote.
Recomendaciones para la toma de muestra
Las herramientas con las que se van a recolectar las muestras ya sea el barreno, palín, pico y tobo deben estar totalmente limpias; así como la bolsa en la que se va a depositar la muestra final. Es aconsejable tomar las muestras entre las calles del cafetal; no muy cerca a las plantas para no dañar sus sistemas radiculares.
El lugar donde se va a tomar cada muestra debe ser limpiado de troncos, hojarascas y material orgánico vivo; para así tener una muestra lo más limpia y fidedigna del suelo. Cada muestra recolectada dentro del lote se irá depositando en un tobo o pote junto a las demás. Al final, cuando se hayan recolectado todas las muestras; estas se deben mezclar muy bien y empaquetar la muestra global en una bolsa debidamente identificada; la cual será la que finalmente se lleve al laboratorio para su análisis.