La cafeína, una sustancia química presente en las semillas del café, del cacao y en plantas como el té y el mate, es ampliamente consumida en todo el mundo. Tiene un efecto estimulante en el organismo; activando el sistema nervioso central y produciendo una sensación de energía y estado de alerta que evita la somnolencia. Quizá es esta la razón por la que el café es tan popular; así como el té, el maté o los refrescos y bebidas energizantes que la contienen.

La cafeína es un alcaloide que básicamente actúa como una droga psicoactiva. No obstante, su consumo es aceptado ampliamente en la mayoría de culturas y sociedades de la actualidad; por ello se dice que es la droga más consumida a nivel mundial. Aun así, hay a quienes la cafeína les afecta sobremanera, al punto de producir insomnio y trastornos digestivos. Por ello se produce café descafeinado, que conserva todo el aroma y sabor del café extrayendo más del 90% de la misma. Curiosamente, la cafeína que se extrae del proceso de elaboración del café descafeinado es reutilizada en bebidas o refrescos energizantes.

En una semilla de café no existe una cantidad específica de cafeína presente, no obstante; se sabe que el café robusta posee más cantidad de cafeína que el café arábigo. Así mismo, es el café robusta el que se destina mayormente para la elaboración de cafés descafeinados, así como para cafés instantáneos y en mezclas de cafés especiales o de calidad media.